En el Decreto de 13 de septiembre de 1957 de Ordenación del curso preuniversitario, se indicaba que para la realización de ese curso se utilizarían, aparte de las clases, las "conferencias" (arts. quinto y sexto).
El padre de Miguel Ángel García de la Santa, Tomás García de la Santa Casanueva, catedrático de Latín, estaba destinado a finales de los años 50 en el Instituto de Enseñanza Media de Puertollano (Ciudad Real), ejerciendo además de director. Este profesor conservó algunos de los materiales que se enviaban para el desarrollo de esas conferencias, que son los que ahora ha donado su hijo al Centro de Recursos, Interpretación y Estudios.